El próximo mes de junio se cumplen cuatro años desde la inauguración de la planta de compostaje instalada por Kollvik en el Aeropuerto de Bilbao.
El concurso fue adjudicado por Aena a Kollvik Recycling SL.
La planta trata los residuos orgánicos producidos en el Aeropuerto y los que proceden de cafeterías, restaurantes, puntos de comida rápida y cantina del personal, además de los fangos de la depuradora de la terminal y una parte de los restos de jardinería.
La planta recibe los residuos procedentes de la recogida selectiva y ha venido funcionando desde entonces evitando la emisión a la atmósfera gases de efecto invernadero con un volumen cercano a las 1.000 tCO2e.
Si extrapoláramos la iniciativa a los 46 aeropuertos existentes en el país, y que dan servicio a casi 200 millones de pasajeros al año, Aena hubiera dejado de emitir más de 60.000 de tCO2e en estos cuatro años solo por este concepto.
Solamente en 3 aeropuertos
En la actualidad, solamente dos aeropuertos, ambos en el País Vasco, y el de Tenerife Sur tienen este tipo de instalación, que evitan además de las emisiones indeseables, el correspondiente tráfico de vehículos externos por zona restringida.
En el resto de los aeropuertos se siguen enviando los residuos orgánicos a plantas externas a los aeropuertos o a vertederos.
Felicidades al equipo directivo que promovió la iniciativa, encabezado por D. Eduardo Gómez, Jefe de mantenimiento del aeropuerto.